Segundo de la serie. Hacía años que Flynn Maddox se había divorciado de su mujer… o eso creía él. Pero descubrió que seguían casados y que ella pensaba quedarse embarazada de él mediante la inseminación artificial.
Lo más sorprendente de todo fue darse cuenta de lo mucho que aún la deseaba. Para el implacable hombre de negocios había llegado el momento de emplear sus habilidades profesionales al servicio de una buena causa. Le daría a Renee el hijo que ella tanto anhelaba, pero a cambio le impondría algunas condiciones muy personales.