Roma, Abril 2005. El Papa ha muerto. Busco un sitio llamado Bluemoon cuyo propietario es Schichi y en donde una bailarina eros actúa todas las noches. Roma está lleno de “curia eclesiástica” esperando al nuevo Papa. Entonces percibí dos sociedades aparentemente diferentes unidas por el gozo de celebrar “la bianca fumata”: las campanas sonaban mientras Michaela bailaba siguiendo el ritmo de Shakira en el Bluemoon. Valencia, Abril 2006. El nuevo Papa va a venir. Me acuerdo de Roma y decido editar una video creación, una instalación para dos o tres pantallas independientes donde intento expresar mis sentimientos sobre la doble moralidad en relación a la religión y a la pornografía. Entonces, otra cuestión emerge: tendría la religión o la pornografía un efecto tan poderoso sobre la humanidad sin música o sonidos? Sin los sonidos habituales? Con otra liturgia?. Decidí jugar con todo esto y el resultado es: BLUEMOON: MICHAELA & EROS.
