Desde la dñecada de los 70, los glaciares de los Andes Tropicales se han reducido entre un 30% y un 50%.<br /><br />Una tendencia alarmante, si se considera que esos glaciares son la principal fuente de agua potable para millones de habitantes de la región.<br /><br />Según un reciente Informe sobre el Cambio Climático, para el año 2030, la mayoría de los glaciares de la Cordillera Real boliviana habrán desaparecido; el mítico Lago Titicaca se habrá reducido y dividido en tres partes; y la escasez de agua mermará el crecimiento poblacional.<br /><br />Los agricultores indígenas son los primeros en notar los efectos de la sequía. Paulino Quispe Mamani es un campesino boliviano de esta región:<br /><br />“Antes había nieve en las colinas y teníamos mucha agua, pero ahora no tenemos mucha agua. En las colinas, llovía mucho y el agua corría por este lugar, pero ahora los ríos so pequeños y están cada vez más secos. A veces no hay agua para el ganado, ni para nosotros. Hay instituciones que nos están ayudando a encontrar alternativas y a seguir adelante. “<br /><br />Los expertos de la Universidad San Andrés de La Paz recomiendan a las comunidades agrícolas nuevos cultivos y técnicas más eficientes para así reducir los problemas causados por la falta de agua. <br /><br />El cambio climático trae como consecuencia inundaciones, vientos huracanados, sequías y diversas perturbaciones del ciclo agrícola. <br /><br />Óscar Bazoberry, profesor en la Universidad de San Andrés es consciente del daño que causa el cambio climático: <br /><br />“Los mecanismos de adaptación que tenían los campesinos, quizás no responden al contexto actual. Y esto los vuelve efectivamente vulnerables y nos vuelve vulnerables también a los consumidores y nos vuelve vulnerables como país.”<br /><br />Cada año desde 1970, los glaciares menores pierden 1,3 cm de su capa de hielo. El fenómeno es evidente en todos los Andes Tropicales, y particularmente pronunciado en los glaciares más pequeños, ubicados a menor altitud.