La misión francesa en la República Centroafricana no es un paseo triunfal. <br /><br />Esta mañana, cerca del aeropuerto de la capital, en Bangui, se producía un tiroteo entre los soldados franceses y las milicias a las que se pretende desarmar. Ha durado sólo unos minutos y no se habrían producido víctimas. <br /><br />La operación de recogida de armas comenzó este lunes y pese a que el gobierno francés asegura que, en términos generales, todo está yendo bien, el ministro de Relaciones Exteriores Laurent Fabius ha reconocido algunas dificultades:<br /><br />“Lo difícil es que un grupo de milicianos que llamamos de la antigua Séléka han dejado sus uniformes y ahora se mezclan entre la población. Tenemos que buscar estas armas, pero es difícil identificar a los excombatientes “<br /><br />Francia, que tiene a 1600 militares desplegados en el país para apoyar a los 3.000 efectivos africanos, ha asegurado que, en caso de resistencia, utilizará la fuerza. <br /><br />Amnistía Internacional ha informado que muchas armas, de cualquier tipo, se están trasladando al centro de un país al borde del genocidio.<br /><br />Desde el pasado jueves, cuando la ONU aprobó una resolución de<br />intervención internacional, hay al menos 400 víctimas mortales aunque se sospecha que otros muchos han sido enterrados y no figuran en los recuentos oficiales. <br /><br />La crisis de la República Centroafricana comenzó el pasado 24 de marzo, cuando Bangui fue tomada por los rebeldes de Séléka, que<br />asumieron el poder en el país y derrocaron al presidente, François Bozizé, que se exilió
