Los opositores proeuropeistas ucranianos siguen atrincherados en la Plaza de la Independencia de Kiev, bajo la nieve y con temperaturas bajo cero. Han vuelto a levantar las barricadas derribadas durante el asalto policial de la pasada noche. Éste es ahora el último bastión de la oposición ucraniana, tras el desolojo de las inmediaciones del Gobierno y del Parlamento. <br /><br />Las presiones diplomáticas y de la calle han hecho que el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, se comprometa a participar en una mesa redonda nacional.<br /><br />“Para lograr un compromiso, pido a la oposición que no se niegue, y que no tome el camino de la confrontación y los ultimatos. Aseguro que las autoridades van a actuar dentro del marco de la ley y nunca usarán la fuerza contra manifestaciones pacíficas”, ha declarado.<br /><br />La oposición, que pide la dimisión del Gobierno y del propio Yanukóvich, rechaza participar en el diálogo nacional, porque cree que se contradice con la represión de las manifestaciones pacíficas. <br /><br />“Se puede esperar cualquier cosa”, dice un manifestante, en referencia a Yanukóvich. “Dice una cosa y hace totalmente lo contrario. Es el día y la noche de la política”, señala.<br /><br />Estados Unidos no descarta ningún tipo de medidas de presión, ni siquiera las sanciones, para que el Gobierno ucraniano escuche a los opositores, que piden un acercamiento a la Unión Europea.
