La ley de la selva, impuesta por el crimen organizado, reina en las cárceles brasileñas.<br /><br />En la prisión de Pedrinhas, en el estado de Maranhao, el horror que se vive cotidianamente salió a la luz el pasado 7 de enero, cuando el periódico Folha de Sao Paulo publicó un vídeo mostrando los cadáveres decapitados de tres detenidos con el torso lleno de navajazos y quemaduras. La insportable secuencia se produjo el 17 de diciembre, tras una trifulca mortal entre facciones rivales.<br /><br />Amnistía Internacional ha contabilizado 169 asesinatos en las prisiones de Maranhao desde 2007. <br /><br />Alexandre Ciconello. Consejero de AI:<br />“Maranhao es un grave ejemplo de lo que está ocurriendo, pero en todos los estados hay hacinamiento, motines y un sistema que no permite la reinserción de los reclusos.<br />Hay 548.000 personas encarceladas, pero el sistema sólo puede acoger a poco más de la mitad de esa cifra. Actualmente hay un déficit de 229 000 plazas en el sistema penitenciario.”<br /><br />Las cárceles de Urso Branco, en el estado de Rondonia y la de Bangu en Rio de Janeiro, han vivido violentos motines y asesinatos de reos. El sistema carcelario brasileño está carcomido por la corrupción de los guardianes y la violencia intramuros está completamente fuera de control.<br /><br />La ONU ha pedido a Brasil que abra una investigación y castigue a los responsables de la violencia en la cárcel de Pedrinhas. <br /><br />Pero este sociólogo se muestra pesimista sobre el compromiso real de las autoridades cuando el escándalo desaparezca de los medios.<br /><br />Anderson Silva. Profesor de sociología:<br />“La indignación internacional es recibida con mucho cinismo en Brasil. Todo el mundo se echa las manos a la cabeza, hablan en los medios, pero a la hora de reformar el sistema penitenciario y el control de las cárceles todo se quedará en nada. En la legislación brasileña no hay pena de muerte, y como no la hay, el Estado que encarcela asume la responsabilidad de los presos que encarcela, y tiene la obligación de preservar su vida.”<br /><br />El pasado jueves, el ministro de la Justicia anunció un plan de urgencia con once medidas para hacer frente a la crisis en las prisiones de Maranhao y una inversión de 40 millones y medio de euros para mejorar el sistema penitenciario.<br />Las condiciones de vida en las cárceles son inhumanas: hay una media de 300 presos en celdas concebidas para 36 reos que deben relevarse para dormir y tienen que esperar varios días para poder lavarse.
