Cuerpos demacrados, mutilados, golpeados, sin ojos… Las fotografías, que acompañan al informe en el que se acusa a Damasco de masacrar presos “a gran escala”, son estremecedoras. Al menos 11.000 personas han perecido en las cárceles del régimen sirio según este informe, firmado por tres exfiscales internacionales y encargado por el Gobierno de Catar, que apoya a los rebeldes. Las instantáneas fueron sacadas de Siria por un fotógrafo de la Policía militar, que retrataba los cadáveres para certificar las defunciones. <br /><br />“Vinieron dos funcionarios, uno con un aparato de electrocución, y me dieron varias descargas eléctricas”, cuenta Ziad, detenido por la inteligencia militar. <br /><br />“Vi a gente que tenía las uñas arrancadas y a la que estaban saliendo nuevas uñas en la carne. Ante esa visión, piensas que son inhumanos”, cuenta otro hombre. <br /><br />El informe se basa en el análisis forense de 55.000 imágenes digitales, que el fotógrafo sacó del país en un lápiz de memoria y entregó a un contacto del opositor Movimiento Nacional de Siria.