La tregua entre grupos opositores, incluidos los más radicales, y la policía, se ha respetado durante el jueves en la capital ucraniana.<br /><br /> Los líderes de las protestas han llamado a la calma mientras presentaban sus propuestas al presidente Víktor Yanukóvich, que no parece dispuesto a ceder en nada fundamental.<br /><br /> Vitali Kitschko, exboxeador y el más destacado entre los cabezas de Euromaidán, se dirigía a sus seguidores así: “Lo único que hemos conseguido acordar, y no es mucho, es que si no hay ofensiva se podrá liberar a los detenidos y detener la violencia…”. Interrumpido por abucheos y gritos de “vergüenza” él mismo decía: “sí, yo también he pensado lo mismo”.<br /><br /> Son muchos los que no ven el sentido a las negociaciones con el Gobierno y siguen reclamando la dimisión del Ejecutivo y del presidente.<br /><br /> “Intentar hacer la paces con ellos es como decirle a un perro que te está mordiendo la mano: “no me muerdas”. Solo quieren ganar tiempo”, aseguraba un manifestante a lo que otro completaba: “Por cómo actúan ya te puedo decir que es imposible ninguna concesión. Las negociaciones son algo con lo que quieren ganar tiempo, todo lo demás es mentira”.<br /><br /> Mientras la tregua dura ninguno de los bandos quiere perder su posición. Los opositores tratar de buscar algo de calor en medio del frío invierno ucraniano a través de hogueras mientras la policía les observa a unos pocos metros.<br /><br /> “Hay muchas dudas en las barricadas, nadie cree en promesas ya”, narra una de nuestras corresponsales en el país. “No obstante los manifestantes no han llevado a cabo acciones radicales aún: han decidido esperar un poco más y ver qué sucede”.
