Final feliz en el secuestro frustrado de un avión turco. Las 110 personas que viajaban en el aparato están sanas y salvas, después de vivir momentos de gran tensión.<br /><br />La pesadilla comenzó cuando un pasajero de nacionalidad ucraniana amenazó con hacer explotar una bomba si el avión procedente de Ucrania no ponía rumbo a la ciudad rusa de Sochi.<br /><br />El piloto ignoró las exigencias del pirata aéreo, que al parecer actuaba bajo los efectos del alcohol, y continuó su ruta hacia Estambul, tras emitir una señal de aviso de secuestro. En poco tiempo, dos cazas turcos escoltaban el aparato hacia su destino.<br /><br />Tras una hora de angustiosa espera en el aeropuerto de Sabiha Gökçen, el secuestrador se entregó a las autoridades. El pirata áreo no iba armado.
