Libia festeja el tercer aniversario de la revolución y el fin de la era Gadafi con varios frentes abiertos. El país se enfrenta a tres enormes crisis: política, económica y de seguridad. <br /><br />Pero a pesar de los problemas y el clima de incertidumbre, la Plaza de los Mártires de Trípoli se convirtió en una fiesta, este lunes. <br /><br />“Gracias a Dios, Libia es un país feliz. Ahora lo que pedimos es seguriad y estabilidad y sobre todo que mejore la economía”, ha dicho uno de los vecinos de Trípoli. <br /><br />Las celebraciones espontáneas se suceden desde el sábado en toda Libia, sobre todo en Bengasi, origen de la revuelta que acabó con más de 40 años de dictadura. <br /><br />Sin embargo, muchos libios creen que no hay nada que celebrar. Lamentan que no se haya hecho nada en tres años y que las constantes querellas políticas hayan sumido a Libia en el caos y la anarquía.
