La baja en los aranceles a las importaciones, el aumento de mismas y la disminución en el consumo de sal pone en riesgo la cada vez más raquítica industria en Panamá, al grado de que podría desaparecer en poco tiempo. Los trabajadores artesanales del rubro sobreviven apenas con una producción que ha mermado a la mitad en los últimos 50 años. teleSUR