A medida que salen a relucir las tripas de la confabulación occidental contra Ucrania, en Crimea los ánimos se caldean a la espera del referendo en el que los habitantes de ese país decidirán su reincorporación a Rusia o su permanencia como región autónoma. Sin embargo, "la-sangre-no-llega-al-río" y policía y fuerzas armadas observan un respeto irrestricto hacia la población, en su mayoría vinculada familiar y culturalmente con la Federación Rusa. teleSUR
