Hace 25 años, el británico Tim Berners-Lee puso en marcha la World Wide Web, una nueva manera de compartir información entre varias personas utilizando diferentes ordenadores.<br /><br />Tras recibir la luz verde de sus superiores, Berners-Lee programó el que sería el primer servidor web y la primera página de la historia.<br /><br />El objetivo de Berners-Lee, que tenía entonces 34 años, era mejorar la gestión de la información en el Centro Europeo de Fïsica de Partículas (CERN) en el que trabajaba en Suiza.<br /><br />“Estábamos en 1989, internet ya existía, podíamos enviar correos pero no existían las páginas en la red. No existía el http o el html. No se podía consultar una página para ver su contenido. Empecé a sentirme muy frustrado por ello. Imaginé un sistema en el que, de manera sencilla, una persona podía visitar una página tras otra y a partir de ahí decidí lo que quería construir”, explica Berners-Lee.<br /><br />Bernes-Lee entregó a su jefe un informe en el que le presentaba su proyecto llamado por aquel entonces Mesh ya que el término World Wide Web solo apareció a finales de los años 90. <br /><br />Su superior, el físico Mike Sendall, le respondió con un mensaje escrito en la parte superior de la página: “poco preciso, pero interesante”. <br /><br />“Debemos pensar en los próximos 25 años y estar seguros de que los principios básicos de la web siguen vigentes: apertura, privacidad y ausencia de censura, por ejemplo”, asegura Berners-Lee.<br /><br />Para el 25 aniversario de su invento, Bernes-Lee solo ha pedido un deseo: que todo el mundo, en cualquier país, pueda tener acceso a la web. <br /><br />En el Museo de Ciencias de Londres estos días se expone el ordenador en el que trabajó Berners-Lee en el CERN de Ginebra. En uno de los laterales del ordenador todavía puede leerse: “por favor, esto es un servidor, que nadie lo apague”.