Valencia, 16 abr (EFE).- Carlo Ancelotti necesitaba un partido como el que protagonizó en la final de Copa del Rey, con una apuesta valiente con Isco Alarcón y un movimiento táctico que sorprendió al 'Tata' Martino, al pasar a jugar con 4-4-2, meter a Gareth Bale como segundo punta y fulminar la leyenda que le comenzaba a perseguir. <br /><br />La final de Copa del Rey dejaría marcado al técnico que saliese derrotado. Al 'Tata' Martino por llevar a la deriva un proyecto que se encamina a un año sin títulos de prestigio. A Ancelotti por una leyenda que comenzaba a devorarle en los duelos directos ante grandes rivales. En días en los que su equipo no había estado a la altura y no encontró el camino hacia el triunfo. <br /><br />Quedó marcado el técnico del Real Madrid en el Camp Nou en Liga con una apuesta que ya nunca repetiría. Aquel día tuvo una 'reminiscencia mouriñinesca' ubicando a un central como medio centro. La decisión de situar a Sergio Ramos en el centro del campo sorprendió hasta al propio jug
