Teherán-Abadán (frontera Irán-Irak).- <br /><br /> <br /><br />Veinticinco años después del fin de la guerra entre Irán e Irak, la mayor contienda convencional del siglo XX, iraquíes e iraníes trabajan mano a mano en los que fueron sangrientos campos de batalla para exhumar e identificar restos mortales de sus caídos. <br /><br />Cada varios meses, un particular convoy cruza la frontera entre Irak e Irán atravesando el desierto rico en petróleo que fue escenario de una de las más cruentas contiendas del siglo pasado y la más larga (1980-88), que se cobró alrededor de un millón de muertos de ambos bandos. <br /><br />Restos mortales de decenas de soldados llegan a Irán en sacos blancos para iniciar un largo y trabajoso proceso de identificación y poder ser enterrados en su tierra. <br /><br />Cientos de personas viajan en peregrinaje al sur, acuden a recibirlos y los portan en hombros en ataúdes de cartón cubiertos con la bandera nacional. <br /><br />Son ceremonias masivas que sirven, no tanto para enterrar recuerdos, sino más bien para reavivarlos y colocar a los caídos en el lugar privilegiado que los iraníes reservan a los mártires de la que denominan "Sagrada Defensa". <br /><br /> <br /><br />INFORME A CÁMARA ANA CÁRDENES, REDACTORA AGENCIA EFE TEHERÁN <br /><br /> <br /><br />Palabras clave: efe,iran,irak,guerra,cadaveres