Moscú asegura que ha iniciado el repliegue de sus soldados estacionados en los alrededores de Rostóv, Briansk y Bélgorod. Tres áreas próximas a su frontera con Ucrania. Todo en cumplimiento de la órden del presidente, Vladímir Putin, que había pedido a su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, que las unidades volvieran a sus emplazamientos habituales.<br /><br />Sin embargo, ni para el Gobierno ucraniano, ni para la Alianza Atlántica, ni tampoco para Washington, hay un repliegue efectivo de las tropas rusas: “Por el momento no hemos visto ninguna señal de movimiento, se trata como saben de una situación que se repite”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.<br /><br />Otro mensajero pero idéntico mensaje. <br /><br />Desde Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, insistía en la necesidad de que Rusia cumpla con su compromiso: “El repliegue de las tropas rusas sería la primera aportación importante para rebajar el nivel de la crisis”.<br /><br />Este es uno de los caballos de batalla entre Moscú, Kiev, Bruselas y Washington. A cambio de su retirada, que ya había anunciado en tres ocasiones, Rusia ha pedido que Ucrania cese su operación contra los milicianos prorrusos.