La empresa ferroviaria estatal (SNCF) encargó 2.000 vagones para ampliar su red de trenes regionales y ahora resulta que por cuestión de unos pocos centímetros no caben en las estaciones. Son demasiado anchos. <br /><br />Esto obliga a adaptar 1.300 estaciones para que los trenes puedan circular con normalidad. Las obras han costado ya 80 millones y la empresa pública que gestiona las vías francesas tendrá que gastar otros 50 millones de euros, pero la pregunta es quién debe pagar por esta confusión. <br /><br />Alain Rousset, el presidente de la Asociación de Regiones de Francia ha dejado claro que ellos se niegan “a invertir ni un solo céntimo en estas reparaciones”. “Somos a los que nos toman el pelo y además los que pagamos”, concluye el presidente de ARF.<br /><br />La noticia salió a luz gracias al semanario satírico francés “Le Canard Enchainé”. <br /><br />Las regiones se niegan a pagar por una confusión que achacan a la empresa ferroviaria estatal, quien ya alertado de que no habrá modificaciones en los precios de los billetes. <br /><br />Por ahora ya se han adaptado 300 apeaderos, 600 estarán listo a final de año pero las obras no acabarán hasta 2016.