La transnacional estadounidense Chevron, que ocasionó en la Amazonía ecuatoriana uno de los daños ecológicos más grandes de que la humanidad tenga memoria, acostumbra efectuar una reunión anual -entre bombo y platillos- en la portentosa sede que el consorcio posee en California. Sin embargo, en este 2014 -según acotación de tuiteros-, quizás debido a la campaña mundial llevada a cabo para que Chevron indemnice a los ecuatorianos, la transnacional decidió llevar a cabo ese encuentro "en la semiclandestinidad de Midland", una localidad texana de apenas 150 mil habitantes, quienes ya tampoco aguantan la corrupción causada, ahí también, por la petrolera. teleSUR
