El régimen sirio busca hoy la legitimidad de las urnas en unos comicios presidenciales calificados de farsa por la oposición y por buena parte de la comunidad internacional. La consulta tiene como telón de fondo la guerra civil, que en tres años ha dejado más de ciento sesenta mil muertos, y solo se celebra en las regiones controladas por el Ejército. Dos “candidatos de paja” se enfrentan a Bachar al Asad, cuyo rostro está impreso en cientos de carteles en las calles y en los colegios electorales de Damasco. <br /><br /> – “Pido a mi candidato que devuelva la paz y la seguridad, como era antes en el país”, decía un elector.<br /><br /> – “Las elecciones son importantes para restaurar la seguridad y la estabilidad en el país, y combatir a los mercenarios que vinieron. Por eso debían celebrarse”, añadía otro.<br /><br />Cuatro grupos rebeldes han anunciado que no atacarán los colegios electorales para evitar víctimas civiles, sin embargo, varios proyectiles han caído hoy en el centro de capital.
