En las últimas horas los grupos extremistas se han hecho con las regiones de Kirkuk y Saladino, al norte de Bagdad, y prosiguen su ofensiva sin precedentes en suelo iraquí.<br /><br /> Las Fuerzas Armadas se han visto obligadas a retirarse tras los enfrentamientos y en otros casos han sido acusadas por el primer ministro del país, Nuri al Maliki, de no ofrecer resistencia.<br /><br /> El objetivo del Estado Islámico de Irak y el Levante, el principal grupo yihadista involucrado en los ataques, es crear un emirato islámico entre Irak y Siria.<br /><br /> También ha caído en sus manos la capital de Saladino, Tikrit, localizada a 150 kilómetros al norte de Bagdad y cuna del exdictador, Sadam Husein. <br /><br /> Uno de los enclaves más deseados por los yihadistas era Biyi, donde se encuentra la principal refinería del país y la central eléctrica que abastece a la capital. <br /><br /> Los extremistas consiguieron llegar por la noche e incendiaron varios edificios, pero las fuerzas gubernamentales aseguran que ya han recuperado el control de la zona.<br /><br /> Los yihadistas mantienen sus posiciones en Mosul, la segunda ciudad del país que fue tomada el martes.<br /><br /> Esta situación ha llevado al Gobierno a pedir al Parlamento que decrete el estado de emergencia en todo el país.