Por esa puerta huyo, diciendo: '¡Nunca!' <br />Por esa puerta ha de volver un día… <br />Al cerrar esa puerta, dejo trunca <br />la hebra de oro de la esperanza mía. <br />Por esa puerta ha de volver un día. <br /> <br />Cada vez que el impulso de la brisa, <br />como una mano débil, indecisa, <br />levemente sacude la vidriera <br />palpita mas aprisa, mas aprisa <br />mi corazón cobarde que la espera. <br /> <br />Desde mi mesa de trabajo veo <br />la puerta con que sueñan mis antojos, <br />y acecha agazapado mi deseo <br />en el trémulo fondo de sus ojos. <br /> <br />¿Por cuanto tiempo, solitario, esquivo <br />he de aguardar con la mirada incierta <br />a que Dios me devuelva compasivo <br />a la mujer que huyó por esa puerta? <br /> <br />¿Cuando habrán de temblar esos cristales <br />empujados por sus manos ducales <br />y, con su beso ha de llegarme ella <br />cual me llega en las noches invernales <br />el ósculo piadoso de una estrella? <br /> <br />¡Oh, Señor!, ya la Pálida esta alerta: <br />¡Oh, Señor!, ¡cae la tarde ya en mi vía <br />y se congela mi esperanza yerta! <br />¡Oh, Señor!, ¡haz que se abra al fin la puerta <br />y entre por ella la adorada mía! <br />¡Por esa puerta ha de volver un día!<br /><br />Amado Ruiz de Nervo<br /><br />http://www.poemhunter.com/poem/la-puerta/