La economía colombiana, que se presenta como un paradigma regional y que resulta relativamente exitosa en las cifras, afronta en realidad situaciones muy preocupantes. Puede que los TLC´s hayan abaratado una parte de las importaciones, pero el costo estructural ha sido alto. La pequeña y la mediana industria ha sido llevada contra las cuerdas y afronta una crisis extrema. <br /> <br />Los últimos Gobiernos le han apostado casi todo a la extracción minera y de hidrocarburos, que ahora ha declinado. Y a la construcción, limitada en el presente por las necesidades de capital, y la privada, por las burbujas. De otra parte, la distribución del ingreso no puede ser más dramática. Colombia presenta los peores indicadores Gini del mundo. <br /> <br />La precariedad del perfil productivo, la vulnerabilidad de la balanza de pagos y el deterioro creciente de la distribución del ingreso, dejan al descubierto las falencias estructurales del modelo económico. Los sucesivos Gobiernos, y el que inicia, no han hecho mucho para buscarle salidas a una encrucijada que no es nueva, ni desde lo hecho, ni siquiera desde lo prometido. Hacen falta medidas urgentes y una estrategia global orientada a mejorar la distribución del ingreso, sin dejar de lado el crecimiento y el empleo. <br /> <br />Invitados: <br />Germán Umaña Mendoza, decano de la Facultad de Economía - Univ. Central Bogota <br />Juan Pablo Fernández, economista