El gobierno de unidad nacional está perdiendo el control de Libia. Milicias de clanes rivales se disputan el aeropuerto de la capital, Trípoli, y han vuelto a incendiar uno de los depósitos de combustible. Más de 200 personas han muerto en los combates de las últimas semanas en Trípoli y en la segunda ciudad del país: Bengasi. <br /><br />Todo ello en vísperas de que asuma el poder el nuevo parlamento constituyente recién salido de las elecciones, que deberá escribir una nueva constitución y constituye la gran baza de la comunidad internacional para estabilizar el país. <br /><br />Cada vez más extranjeros están abandonando Libia, sobre todo de países árabes y asiáticos. Un barco griego ha evacuado a 70 de sus ciudadanos, junto con chinos, británicos y de otras nacionalidades. <br /><br />El chino Chen Zhong Hao, cuenta su su percepción de la situación sobre el terreno: “Antes de salir la situación era muy peligrosa, oímos explosiones…, incluso al embarcar, oímos disparos y explosiones”. “El conflicto ha ido recrudeciéndose así que no sé qué habría pasado si no nos hubiéramos ido”, concluye.<br /><br />Y cada vez más libios y egipcios huyen desesperadamente del país por tierra hacia Túnez: imágenes que recuerdan a los primeros días de la guerra de 2011. <br /><br />Italia, Grecia, Polonia o el Reino Unido han cerrado ya sus embajadas. España reducirá al mínimo la actividad de su embajada allí pero la mantendrá abierta como señal de apoyo al país.<br /><br />Los españoles que lo han solicitado han sido evacuados en los últimos días.