Calles repletas de escombros, edificios completamente desbastados y gente esperando, desesperadamente, ropa de abrigo y comida. Ese es el panorama que ofrecen las calles de la región china de Ludian tras el terremoto de seis grados y medio sufrido el domingo.<br /><br />Un seísmo que deja cifras de vértigo: cerca de 400 muertos y 2000 heridos. Los equipos de emergencia aseguran que no cuentan con los medios suficientes para atender a las víctimas en los improvisados hospitales de campaña.<br /><br />Ante ello el primer ministro chino se ha comprometido a evacuar a los enfermos más graves y ha prometido establecer controles para prevenir posibles epidemias.<br /><br />Todo ello mientras continúan, a contrarreloj, las labores de rescate en busca de posibles supervivientes… Labores que se están topando con numerosos problemas. Por un lado las replicás. Mas de 460 en las últimas 48 horas. A ello hay que sumar las fuertes lluvias, los corrimientos de tierra y la fragilidad de las construcciones.<br /><br />Una ardua tarea que a veces se ve recompensada con rescates, como el efectuado a un niño de corta edad.