Un tren de montaña descarriló el miércoles entre las turísticas localidades de Coire y Saint Moritz, en el cantón de Grisones en el este el país, en una zona donde previamente se había registrado un deslizamiento de tierra.<br /><br />Uno de los vagones quedó suspendido en el vacío. Los viajeros evitaron la caída haciendo contrapeso.<br /><br />“ Nos fuimos a la parte trasera del vagón, abrimos la puerta y trepamos hasta el techo, de allí acabamos en la gravilla de la vía y nos dimos cuenta de que entre la locomotora y nuestro vagón faltaba uno. Había caído al precipicio”<br /><br />“ Los viajeros se caían al suelo, todo rodaba por el suelo del vagón- cuenta este otro viajero. Si hubiéramos recorrido 3 o 4 metros más nosotros también habríamos caído. Hemos tenido suerte”<br /><br />El accidente no ha provocado ninguna víctima mortal, pero sí 11 heridos, 5 de ellos de gravedad. En el momento del siniestro el tren llevaba 200 pasajeros.<br /><br />La configuración geográfica del lugar hace que sea de difícil acceso y, por el momento, esa línea ferroviaria ha quedado interrumpida.
