En Tel Aviv mucha gente ha celebrado una tregua que suspenderá el continuo goteo de cohetes en su territorio aunque algunos no se fían de Hamás.<br /><br />“Creo que el alto el fuego es muy bueno para mí y para la gente de Israel. Quiero volver a la vida normal. No quiero ir a los refugios. Quiero volver a trabajar y punto. Creo que es muy positivo”, decía un vecino de la capital israelí.<br /><br />“Tengo miedo de que las células terroristas aprovechen este tiempo para conseguir más armas y prepararse para el siguiente ataque, como hicieron hace unos cuantos años”, añadía otro.<br /><br />Tanto en Gaza como en Cisjordania el ambiente ha sido festivo y el fin de la ofensiva ha sacado a las calles a miles de palestinos que querían mostrar que su resistencia ha valido la pena.<br /><br />“Nuestra participación ha sido en apoyo de la resistencia. Hemos visto que la mayoría de los líderes árabes se han posicionado contra la resistencia y contra nuestro pueblo. Hasta el último de nuestros niños o de nuestros hombres apoyaremos la resistencia, hasta nuestro último suspiro”, apuntaba un vecino de Hebrón en Cisjordania.<br /><br />Más de 2.000 muertos y una zona completamente devastada. Un balance que coarta las esperanzas de ver en plazo corto un futuro de paz en la zona.
