Madrid, 05 sep (efesalud.com). La endocrina Pilar Martín Vaquero, de la Clínica d-médical, nos abre el apetito vídeobloguero después de las vacaciones de verano con unos "ricos y saludables churros y porras", un alimento "beneficioso para la salud", como ya demostrara el catedrático Francisco Grande Covián, fallecido en 1995, quien enfocó su investigación al área de la nutrición y de la bioquímica. <br /> <br />"La masa de los churros se compone de harina de trigo, agua y sal; igual que el pan, aunque la harina de los churros y de las porras es más gruesa, con más proteínas. La gran diferencia está en el método de elaboración: los churros se fríen, mientras que el pan se hornea", explica la doctora. <br /> <br />La masa de las porras, que se deja reposar más tiempo, es la misma, pero con más cantidad de harina, a la que se añade un poco de bicarbonato, para que esponje. <br /> <br />Y en el aceite está la clave. "Si utilizamos buenos aceites vegetales, de oliva o girasol, -aclara- y la fritura se efectúa a altas temperaturas, sin recalentar, el churro solo se recubre con algo de aceite y no absorbe tanta grasa". <br /> <br />La especialista en diabetes compara el churro con otros alimentos de composición similar y elaborados a base harinas de trigo refinadas, como el cruasán, las clásicas galletas maría o los "modernos" cereales del desayuno, sin coberturas. <br /> <br />"Los 100 gramos de churros salen muy bien parados en cuanto a calorías: 310 por 444, 482 y 388 respectivamente. También es menor la ingesta de hidratos de carbono y de azúcares simples, que se absorben rápidamente en el organismo, salvo que espolvoreemos el 'jeringo' con azúcar refinado después de la fritura", detalla. <br /> <br />En cuanto a las proteínas, esenciales para la vida, los churros salen ganando: cada 100 gramos de producto, 20 gr. de proteína frente a una horquilla de 5 a 7 de los otros alimentos comparados. <br /> <br />Las grasas, si el churro está bien elaborado, no superan los 8 gramos, por los 22 del cruasán o los 19 de las galletas maría. "En este caso, los cereales tienen muy pocas grasas y cero de colesterol, como los churros", especifica Pilar Martín. <br /> <br />Los churros y las porras, en consecuencia, "no son buenos por lo que tienen, sino por lo que no tienen -dice-. No tienen nada de colesterol, nada de grasas saturadas, muy pocos azúcares refinados, bastante fibra, ningún colorante o conservante". <br /> <br />Para la doctora Martín Vaquero "no son tan malos", como se suele opinar, por lo que recomienda un desayuno, merienda o tentempié con "total tranquilidad nutricional" a base de churros o de porras bien elaborados. <br /> <br />Más vídeos y reportajes en http://www.efesalud.com/