El cerebro tiene la capacidad de dibujar un mapa sensorial de las extremidades, aunque estas no existan desde el nacimiento, afirmaron científicos suizos. Los investigadores del hospital de la Universidad de Zurich siguieron el caso de una mujer de 44 años que nació sin brazos ni piernas pero que tenía la sensación de moverlas. Las personas amputadas generalmente continúan sintiendo los brazos y piernas como si todavía existieran. La explicación, hasta ahora, era que el cerebro no había aprendido aún que la extremidad no estaba allí, y por lo tanto los nervios continúan enviando mensajes sensoriales. Pero el hecho de que una persona que no "recuerde" tener brazos o piernas pueda sentirlos podría reevaluar esta teoría. Los científicos estimularon magnéticamente las partes del cerebro que sienten el movimiento. La mujer sintió de inmediato que sus extremidades fantasmas se movían, y hubo actividad en la parte del cerebro asociada con la preparación y visualización del movimiento.
