Es un bebé muy especial, el primero nacido tras un transplante de útero. Un pedacito de vida que su madre nunca pensó poder tener en sus brazos. <br /><br />La nueva mamá es sueca, tiene 35 años, nació sin útero y durante años su mayor anhelo fue poder ser madre. Algo que la ciencia no podía ofrecerle, hasta ahora. Su sueño se hizo realidad gracias a la donación de una mujer de 61 años. <br /><br />“Es fantástico, es una sensación fantástica. Me he sentido madre por primera vez, tras muchos años de dolor, en los que no había sitio para la esperanza. Cuando vi a mi bebé simplemente me sentí como una madre”, ha declarado.<br /><br />El bebé nació el pasado septiembre en Suecia, por cesárea, tras 32 semanas de gestación. Pesó un poco menos de 1,8 kilos. <br /><br />Tras una fecundación in vitro y un año después del transplante del útero, se le transfirió un embrión a la madre. Al frente de la aventura, el equipo de ginecología de la Universidad de Gotemburgo.<br /><br />“Es una sensación genial, pero, por supuesto, la mayor recompensa es ver a los pacientes: la nueva familia feliz, y ver al bebé, y también saber que hemos encontrado un tratamiento para miles de mujeres que no pueden llegar a ser madres”, ha dicho el doctor Mats Brannstrom, de la Universidad de Gotemburgo.<br /><br />La feliz mamá formaba parte de un proyecto, que arrancó en 1999, y en el que colabora el Hospital Universitario de Sahlgrenska. En él participaban otras ocho mujeres, que de momento no han logrado quedarse embarazadas.
