En un duelo entre equipos igualados, el Leganés puso más voluntad sobre el césped que el Tenerife, que sigue sin puntuar a domicilio, y acabó sumando su segunda victoria de la temporada (2-0). <br />Arrancó el partido con intensidad por parte de los dos equipos y una ocasión favorable al Tenerife. Guarrotxena robó en el centro del campo y asistió en profundidad para Aridane, pero el disparo de este último se marchó al lateral de la red. <br />La réplica local fue inmediata. Dos acciones peligrosas y las dos protagonizadas por Borja Lázaro. En la primera eligió la colocación por encima de la potencia y el golpeo se perdió cerca del palo. Tampoco tuvo suerte cuando llegó a sus pies un rechace y no acertó pese a disponer de posición ventajosa para ello. <br />Merodeaba el Leganés y a la insistencia le siguió el gol. Aitor Sanz cometió un claro penalti sobre Sergio Prendes y Álvaro cogió el balón. Ejecutó a la derecha, en dirección opuesta al arquero, y adelantó a los suyos. <br />A partir de ese momento, los canarios se propusieron conservar el esférico y construir sus jugadas ofensivas desde la tranquilidad, objetivo que dificultaba la fuerte presión del Leganés. Pese a ello pudo llegar el empate antes del descanso, pero Maxi remató fuera en pugna con Soriano. <br />El intermedio enfrió los ánimos de unos y de otros. Tanto fue así que el letargo y las imprecisiones en la circulación hicieron acto de presencia durante los primeros veinticinco minutos, abundando el contacto entre los futbolistas y el juego directo. <br />La guerra benefició al Leganés, que con el resultado favorable se limitó a defenderlo y a esperar su oportunidad. Esta llegó al encontrarse Velasco y Borja Lázaro. Asistió el primero y castigó el segundo después de acomodarse el tiro. <br />Reaccionó el Tenerife, más por orgullo que por fe, y pudo reengancharse si Queco Piña no hubiera despejado un tiro a quemarropa de Maxi. Al final, el triunfo se quedó en casa y con él los puntos, que permiten a los pepineros adelantar a su rival.