El módulo de la Agencia Espacial Europea que ayer se convirtió en el primero en la historia en aterrizar en la superficie de un cometa ya ha empezado a trabajar pero se encuentra en una posición incómoda y a la sombra.<br /><br />Una situación que, para los responsables del proyecto Rosetta, supone un riesgo a largo plazo ya que sus baterías dependen de la luz solar.<br /><br />Las primeras imágenes enviadas por el robot están aportando muchos detalles sobre su posición en el cometa aunque todavía se desconoce el punto exacto dónde se encuentra. El equipo de Rosetta intentará en las próximas horas que Philae consiga enderezarse para ponerse en su posición natural y así poder activar todos los instrumentos necesarios para la investigación del cuerpo celeste.