Menasaje inequívoco del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que ha vuelto a insistir en la Duma, en que su país no es el malo de la película en el conflicto que enfrenta a los separatistas prorrusos con el gobierno de Kiev, en Ucrania.<br /><br /> “La actual tendencia negativa de nuestras relaciones, a nivel global, no la hemos elegido nosotros. No hay alternativa real a una colaboración mutua, fructífera y de igual a igual. Nos unen demasiadas cosas. La degradación del nivel de cooperación entre Rusia y sus socios occidentales tiene, sin duda alguna, múltiples consecuencias que no se limitan únicamente al terreno económico”, señaló Lavrov.<br /><br /> Palabras que no hacen más que incidir en el pesimismo que se vive en las cancillerías europeas. <br /><br /> Su homológo alemán, Frank-Walter Steinmeier, que ha visitado Kiev y Moscú en estas últimas horas para mediar en el conflicto, ha instado a ambas partes a respetar los Acuerdos de Minsk. Unos acuerdos que además de un alto el fuego prevén la creación de una zona de seguridad entre los contendientes.