El presidente ruso ha asegurado que a Occidente no le gusta una Rusia fuerte que defiende sus intereses y ha acusado a los países occidentales de emplear un doble rasero en su política hacia Moscú. <br /><br />Tensiones que, sin embargo, no van a llevar a Rusia a aislarse del mundo. <br /><br />“Entendemos el daño que nos causaría un telón de acero. Nosotros y otros países hemos tenido períodos en los que intentamos aislarnos del resto del mundo y lo pagamos caro porque provocó degradación y destrucción. Definitivamente no vamos por ese camino y nadie va construir un muro alrededor de nosotros. Eso es imposible”, asegura Putin.<br /><br />Un debate que también se ha abierto en la Conferencia de seguridad de Halifax en Canadá, donde cada año líderes políticos y militares de todo el mundo se reúnen para discutir sobre nuevas amenazas globales.<br /><br />Algunos países bálticos han expresado su preocupación sobre una posible invasión rusa. No es el caso de Estonia. <br /><br />“Somos democracias liberales fuertes, formamos parte de la Unión Europea y de la OTAN. La amenaza de Rusia desapareció en 1991 y ni siquiera durante el período soviético cabía en nuestro país”, señala el presidente estonio, Hendrik Ilves. <br /><br />Con la crisis abierta en el este de Ucrania, la OTAN ha subrayado su solidaridad y compromiso para defender y proteger a los Estados bálticos. <br /><br />“Mientras tanto, las relaciones entre Rusia y la OTAN parecen estar en caída libre. Como la Alianza refuerza su presencia en la Europa Oriental, Rusia sigue negando que busque desestabilizar la región”, concluye nuestra enviada especial, Isabelle Kumar.