Al grito de “Alá es grande”, un ciudadano francés de veinte años entró en las dependencias policiales de la localidad de Joué-lès-Tours y agredió en el rostro al agente que estaba en el mostrador y a otros dos que acudieron en su ayuda.<br /><br /> Inmediatamente después, el agresor fue abatido por los policías.<br /><br /> “Fue un individuo que atacó una comisaría, que no atacó a una persona cualquiera y que gritó ‘Allah Akbar’. Son motivos para preguntarse si actuaba solo o bajo órdenes”, decía el fiscal Jean-Luc Beck.<br /><br /> Los agentes agredidos se encuentran fuera de peligro.<br /><br /> El agresor, un francés nacido en Burundi con antecedentes judiciales no figuraba entre las personas fichadas como pertenecientes al islamismo radical. Su hermano, sin embargo, si estaba en la lista por planear viajar a Siria para unirse al grupo yihadista Estado Islámico.