De Mohamed Morsi a Abdel Fatha Al-Sissi, nada ha cambiado en la vida cotidiana de los egipcios. La inestabilidad política hipoteca la vuelta de los inversores y lastra al crucial sector turístico. Desde 2011, todos los indicadores económicos están en rojo y los egipcios siguen sin ver la luz al final del tunel.<br /><br /> En 2014 el índice de paro subió al 13,4%, un 16% más entre los jóvenes de 18 a 29 años según cifras oficiales, pero la realidad es, según muchas fuentes, infinitamente peor. <br /><br /> En Egipto los jóvenes de menos de 30 años representan el 60% de la población. <br />Más del 26% de los egipcios viven por debajo del umbral de la pobreza y el 40% con menos de dos dólares diarios.<br /><br /> Y si la situación es crítica en El Cairo y en las grandes ciudades, en otros lugares se puede calificar de dramática. <br />Es el caso de Al-Our, a 200 km al sur de El Cairo. Aquí no hay carreteras, ni agua potable, y los servicios sanitarios y el empleo brillan por su ausencia. La falta de opciones lleva a muchos a