En Yemen hay una masiva violación de derechos humanos, y no podemos dejar de denunciar que Arabia Saudí sigue masacrando a ese pueblo. <br /> <br />La tragedia no se cuenta por días sino por vidas, ya son mil muertos, 15 mil heridos, familias destrozadas, niños destazados, sangre en las calles, y edificios destruidos. <br /> <br />Juego injusto de Arabia Saudí que bombardea sin piedad durante más de dos semanas con aviones cazas y con barcos destructores que su adversario, el movimiento popular yemení Ansarolá, no tiene que en el suelo lucha por tener un país mejor, pero que desde el cielo y desde el país vecino lo quieren impedir. <br /> <br />No obstante, el avance de Ansarolá no se detiene, la gente en la calle e incluso soldados fieles al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, se han unido a los revolucionarios que quieren democracia. <br /> <br />El primer ministro de Paquistán, Nawaz Sharif, recibió un regalo multimillonario de Arabia Saudí para que apoyara la guerra contra Yemen, pero el Parlamento paquistaní dijo que no. <br /> <br />La pregunta del millón, ¿17 días de sangre y las potencias del mundo no pueden parar la injusticia? o, ¿por qué les conviene que haya injusticia? <br /> <br />Yemen, lugar donde es necesario hoy unir las críticas y la presión para frenar la sangre, y que su vena energética no sea robada a los que por derecho les pertenece, al pueblo, como debiera ser siempre. <br /> <br />Todo esto y más en Detrás de la Razón.
