Italia, completamente desbordada ante la afluencia masiva de inmigrantes africanos propiciada por el buen tiempo. <br />Esta mañana, otros 300 han desembarcado en el puerto siciliano de Pozzallo. Se unen a los más de diezmil llegados en los últimos cinco días en una travesía en la que habrían muerto al menos 450 personas. <br /><br /> Entre las numerosas amenazas a las que se enfrentan, la falta de escrúpulos de los traficantes, que ayer metieron en embarcaciones a individuos con importantes quemaduras sufridas en un incendio anterior a su viaje.<br /><br /> Diez fueron detenidos ayer en la ciudad de Augusta.<br /><br /> “Los traficantes son libios, son todos malos, no hay ninguno bueno”, cuenta este inmigrante. “Nunca se suben al bote. Solo te meten en él y te dejan ahí. A partir de entonces todo depende de ti. Y de Alá. Los tipos libios no son buenos. Te pegan, te matan, gracias a Alá, he sobrevivido”. <br /><br /> Los indocumentados también deben enfrentarse a grandes tensiones durante el trayecto. En Palermo, quince inmigrant
