Stephanie Rawlings-Blake ha anunciado la suspensión de una decisión que tomó hace seis días tras los disturbios provocados por la muerte del joven afroamericano Freddie Gray.<br /><br /> El toque de queda, que obligaba a todos los ciudadanos de la localidad estadounidense a permanecer en sus casas entre las diez de la noche y las cinco de la mañana, fue implantado el lunes para contener los saqueos y la violencia desatada tras el funeral de Gray. El gobernador del estado de Maryland también ordenó el despliegue de dos mil agentes de la Guardia Nacional.<br /><br /> Durante toda la semana miles de ciudadanos han salido a las calles para protestar contra el abuso policial pero las manifestaciones han ido calmándose, dejando de lado la violencia inicial.<br /><br /> A ello ha contribuido la imputación el viernes de los seis policías implicados en una muerte calificada de homicidio por el fiscal estatal.
