En Atenas, decepción y furia en las filas de Siriza ante el acuerdo negociado por su líder Alexis Tsipras en Bruselas. Algunos de sus miembros lo consideran una “propuesta homicida”, totalmente contraria a su ideario.<br /><br /> La oposición centrista tampoco lo acepta.<br /><br /> “Nos preguntamos exactamente qué ha estado negociando el Gobierno durante los últimos cuatro meses si los acreedores insisten en medidas de austeridad tan abusivas”.<br /><br /> El exprimer ministro conservador y ahora opositor Antonis Samaras ha pedido llegar a un consenso nacional que evite nuevas elecciones. Pero Tsipras tendrá que hacer auténticos malabares para mantener a su partido unido.<br /><br /> “Tsipras deberá enfrentarse al ala dura de su formación que se opone con vehemencia a cualquier acuerdo con cláusulas contrarias al manifiesto de Siriza”, comenta este analista. <br /><br /> Después de haber confiado en que otra salida era posible, en la calle se mezcla el pesimismo con la resignación. <br /><br /> “Estas negociaciones no son serias. Esto es un di
