Al opinar, no se limitan al caso del estudiante que el pasado viernes terminó con la vida de 39 personas en la playa de Susa, sino a los más de 3.000 tunecinos, el mayor número de extranjeros, que se han unido al grupo Estado Islámico en Siria, Líbia o Iraq.<br /><br /> “Estamos perdiendo en Túnez el derecho a la educación religiosa, especialmente después de que el Gobierno tunecino cerrase la mezquita Zitouna ya en la época de Habib Bourguiba – explica el imán Ibrahim Al-Jaledi desde una mezquita en Al Malaseen, cerca de la capital- es un lugar sagrado en el que se graduaron varios reconocidos sheijs”.<br /><br /> El primer ministro Habib Alsayed anunció, tras el último atentado, que el Gobierno cerrará 80 mezquitas en Túnez ya que consideran que incitan a la violencia y al extremismo.<br /><br /> “La primera razón de lo que está ocurriendo es la pobreza, la segunda que esos terroristas son, en su mayoría, ex criminales, que estuvieron detenidos y fueron sometido a una gran represión por parte del Gobierno y de l