El Botafumeiro es el enorme incensario usado desde la Edad Media como instrumento de purificación de una catedral en la que se apiñaban las multitudes. Hoy, 800 años después, sigue maravillando a los presentes cuando, tras la Comunión, suena el Himno del Apóstol en los órganos barrocos y este portento de la física comienza su asombroso recorrido pendular frente al altar mayor, para elevarse hasta casi rozar la bóveda del transepto. <br /> <br />Para ponerlo en movimiento se necesitan ocho hombres, llamados ‘tiraboleiros’, que lo traen de la Biblioteca cargado de incienso y carbón. Tras atarlo a la maroma que pende frente al altar mayor con tres gruesos nudos, lo bombean tirando con fuerza y precisión cuando se halla en el punto más bajo de su recorrido. De esta forma el Botafumeiro alcanza en sólo minuto y medio una velocidad de 68 kilómetros por hora y llega a formar un ángulo de 82 grados sobre la vertical, describiendo un arco de 65 metros de amplitud a lo largo del transepto. Son en total 17 ciclos de vaivén que dejan en los espectadores un recuerdo para toda la vida. <br /> <br />Botafumeiro catedral santiago de compostela <br />Botafumeiro cathedral of Santiago de Compostela <br />Botafumeiro cattedrale Santiago de Compostela <br />Botafumeiro Kathedrale Santiago de Compostela <br />Botafumeiro cathédrale Saint Jacques de Compostelle <br />Botafumeiro Katedra Santiago de Compostela <br />Botafumeiro catedral Santiago de Compostela