Un año más la llamada Campana de la Paz ha repicado en la ciudad japonesa en honor a las víctimas del ataque atómico lanzado por Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.<br /><br /> Al acto conmemorativo asistieron delegaciones de 75 países, entre ellos, representantes de ocho potencias nucleares como Estados Unidos e Irán.<br /><br /> El primer ministro nipón, Shinzo Abe, aprovechó su discurso para revalidar su compromiso antinuclear:<br /><br /> “Como único país del mundo que ha experimentado los horrores de un ataque nuclear, Japón seguirá adhiriéndose a los principios de no producir ni poseer armamento atómico, y liderará los esfuerzos por conseguir un mundo libre de armas nucleares.”<br /><br /> Para los “hibakusha”, el nombre que reciben en Japón los supervivientes de los bombardeos nucleares, este día debe ser recordado para que no se repita nunca más: <br /><br /> “No quiero que vuelva a haber una guerra nunca más. Cada vez que me acuerdo de la bomba atómica, me pongo a temblar”, asegura una mujer.<br /><br /> “De los cinco miembros