Ese viento de fuego en tu mirada <br />acaricia mis ganas como dueño. <br />Esa luz transformando la morada <br />de tu piel de luciérnaga varada <br />en relámpagos presos de mi ensueño. <br /> <br />Es mi boca que muerde tu poema <br />y suspira en silencio el teorema <br />de columnas nocturnas en la alfombra. <br />Entregar a tu pecho la diadema <br />y tomar el perfume de tu sombra. <br /> <br />Esa luna que nada en lo caliente <br />de los besos que arrastran la lujuria, <br />en tu mar, con tus olas y tu furia. <br />Nuestras piernas unidas por un puente <br />donde llega el placer a la centuria. <br /> <br />En la noche mojada por tu aroma, <br />mis caricias aprenden ese idioma <br />de tu piel en la cima de mis dedos. <br />Enterrado el cadáver de tus miedos, <br />vibrará la pasión que no se doma. <br /> <br />Copyright © 2011 José Luis Calderón.
