La política es un tema <br />de ignorantes y de sabios; <br />unos mienten con sus labios <br />otros creen en su lema. <br />Luego viene aquel problema <br />de los miembros sin empleo <br />y se pone el lío feo <br />cuando nace la sorpresa <br />que sepulta la promesa <br />a pesar del remeneo. <br /> <br />Aunque voten empleados <br />y se cambien las botellas, <br />siempre existen las querellas <br />de votantes olvidados <br />que se sienten defraudados <br />y se cambian de partido; <br />en su vano cometido <br />de creer en esa gente, <br />otros juegan con su mente <br />por el voto y luego olvido. <br /> <br />Hay un túnel sin salida <br />en el hambre de los pobres <br />que reciben unos sobres <br />y las fundas de comida, <br />para ver si alguien olvida <br />por su estómago vacío <br />y la bulla del gentío <br />que no piensa en el mañana, <br />al tirar por la ventana <br />dignidad con desvarío. <br /> <br />Se repite el mismo cuento <br />en los tiempos de elecciones, <br />nadie aprende las lecciones <br />que se fueron con el viento <br />y renace el descontento <br />de personas ignorantes <br />que utilizan los farsantes <br />para ser los funcionarios <br />que se vuelven millonarios <br />olvidando a los votantes. <br /> <br />Copyright © 2011 José Luis Calderón.