Tú te fuiste de mi lado <br />sin saber que quedarías <br />para siempre en las sombrías <br />esmeraldas que me has dado. <br />Un vacío que se llena <br />con la sombra de tu olvido; <br />en la tumba de mi pena <br />el recuerdo es la cadena <br />que sujeta lo vivido. <br /> <br />Sigo vivo en mi pasado <br />y enterrado en tu presente; <br />las cenizas en tu mente, <br />mi cadáver profanado. <br />Cementerio del invierno <br />es tu adiós sin despedida; <br />es la muerte de lo eterno <br />en el alma del interno <br />desahuciado de tu vida. <br /> <br />Moribundo por la ausencia <br />de tu voz en el espejo; <br />ya no tengo ni el reflejo <br />que susurra tu presencia. <br />Tu silueta en mi delirio <br />va formando mi declive; <br />hacia espinas de martirio <br />va el perfume de tu lirio <br />y el amor que ya no vive. <br /> <br />En tu olvido permanente, <br />esqueleto de mi espuma; <br />cada día más se esfuma <br />mi esperanza de tu fuente. <br />Por el limbo me aventuro, <br />voy perdido, ciego y triste; <br />sin tu mágico conjuro <br />todo ha sido muy oscuro <br />desde el día que te fuiste. <br /> <br />Copyright © 2011 José Luis Calderón.