<br />¡Bienvenidos a Regreso al Pasado TV! Queremos traerte información sobre los sistemas y los juegos míticos en esta temporada de MeriStation TV, así que prepárate porque cada sábado Eduardo Briones (@Entreconsolas), nuestro compañero coleccionista y amante de lo retro, te acercará al pasado en primera persona. <br />La batalla entre Super Nintendo y Megadrive, los primeros JRPG <br />traducidos al castellano, el Sonic Team haciendo juegos que no te hacían <br /> vomitar nada más abrir la caja… Y la realidad virtual, algo que como <br />todos sabemos era el futuro de los videojuegos, de las películas, de la <br />humanidad en general. El concepto era sencillo: te ponías un casco más <br />pesado que Gabe Newell después de una comilona, unos guantes que <br />parecían sacados de una película cyberpunk hecha en Hong Kong… ¡Y ya <br />está! Estabas dentro de la acción, o al menos esa era la idea. Incluso <br />podías tener actos carnales virtuales, tal y como mostraba la película <br />El Cortador de Cesped. Vamos, que la realidad virtual era la leche. <br />Uno de los artilugios que pretendía traer la realidad virtual a la <br />comodidad de los hogares, que no de los usuarios, era la Virtual Boy, <br />consola que aún a día de hoy nadie tiene claro si era portátil, de <br />sobremesa, o una mezcla de ambos conceptos. Creada en 1995 por Nintendo, <br /> e ideada por el gran y recordado Gunpey Yokoi, la Virtual Boy ponía al <br />alcance del usuario algo parecido a las tres dimensiones esteoroscópicas <br /> que, como todos sabemos, tanto éxito están teniendo hoy día. Eso sí, la <br /> tecnología noventera no daba para mucho, así que había que pegar el <br />rostro a la consola, en una posición ideal para que las vértebras de tu <br />cuello envejecieran una década con cada sesión de juego, y luego <br />disponerse a disfrutar de unos gráficos de tonalidades carmesíes que, la <br /> verdad sea dicha, estaban bastante bien para la época siempre y cuando <br />llevaras encima un expendedor de aspirinas para tratar de paliar los <br />mareos y el dolor de cabeza que se apoderaba de ti en cuanto intentabas <br />fijar la vista. <br /> <br />Con tal cúmulo de virtudes, estaba claro que Virtual Boy sería un <br />nuevo y arrollador éxito para una Nintendo en el epicentro de su edad <br />dorada. Pero por desgracia no fue así. Virtual Boy vendió un total de <br />770.000 unidades a lo largo de su corta existencia, y solo fue lanzada <br />en los mercados japonés y norteamericano. Para hacernos una idea de su <br />brevedad, la consola nació el 21 de julio de 1995, y su último juego <br />llegó el 22 de marzo de 1996. En esos 8 meses, Virtual Boy recibió un <br />total de 22 juegos, entre los que destacan Mario Clash, una estupenda <br />puesta al día de Mario Bros., Mario’s Tennis, el germen de lo que <br />acabaría siendo una gran franquicia, y Virtual Boy Wario Land, que <br />llevaba a Wario de nuevo a las plataformas con los excelentes resultados <br /> habituales.
