Centenares de personas se han manifestado en varias ciudades del país, convocadas por diversas organizaciones de la ultraderecha polaca.<br /><br /> Katowice o Varsovia, por ejemplo, han sido escenario de estas protestas en un país en el que sólo el 0,1% de su población es extranjera. Apenas hay 20 000 musulmanes y el 90% de los ciudadanos se identifican como profundamente católicos.<br /><br /> El auge de estas manifestaciones xenófobas ha llevado a la primera ministra, Ewa Kopacz, a colaborar activamente con una plataforma de voluntarios que han puesto en marcha una campaña contra el racismo. En la iniciativa han participado varios diplomáticos europeos.<br /><br /> Se trata de limpiar, pintando de blanco las paredes manchadas con insultos o consignas racistas por todo el país.