Unos científicos han publicado un sorprendente comportamiento en una 'inofensiva' especie de pulgón que se alimentaba de plantas y era apaciblemente pastoreada por unas confiadas hormigas. El pulgón en cuestión es capaz de sintetizar sustancias sobre su cuerpo que le permiten confundir a las hormigas y alimentarse de las larvas de éstas dentro del propio hormiguero, sin que se percaten de su presencia, ni de su acción depredadora. Muy al contrario, las atareadas hormigas los cuidan como si fueran sus propias crías. Esto se denomina mimetismo agresivo. Pues bien, en estos días el mimetismo parece estar más de moda que nunca. No se sabe si los unos se mimetizan con los otros o es que eran lo mismo y no nos habíamos dado cuenta. Lo cierto es que los comportamientos humanos no son muy diferentes de los que presentan otros animales, por lo que hay que dejar de analizar encuestas de dudosa procedencia y prescindir de oír a tertulianos "sabelotodo", para saber si lo que vemos es mimetismo o cripsis, porque no es lo mismo. <br />La diferencia radica en que en el mimetismo el bicho se asemeja a otro de su entorno, mientras que en la cripsis el ser vivo se asemeja al propio entorno donde se mueve para asegurarse así su propia supervivencia.
