Después de los atentados del viernes 13 en París, Francia sigue bajo terror. <br /> <br />Pero no sólo bajo el terror de otro posible ataque, sino también del terror que viven millones de musulmanes que cada vez que salen a la calle, temen por su vida, por su integridad o su dignidad. <br /> <br />Este es el otro terror, la islamofobia. Es la discriminación y el sufrimiento que viven los musulmanes y que se ha intensificado a raíz de los atentados. <br /> <br />El ciudadano musulmán teme a la venganza fundada en el mal entendido de su religión, su imagen y su origen. <br /> <br />Teme a la falsa idea que quieren propagar los elementos del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). El musulmán teme que el no musulmán esté siendo ensuciado con una falsa y distorsionada apreciación de los que verdaderamente son. <br /> <br />En tan sólo una semana ha habido una treintena de casos de agresión, física, psicológica o verbal contra los musulmanes en Francia. <br /> <br />Además, esta islamofobia se ha extendido a parte del mundo occidental. En Carolina del Norte, EE.UU., le balearon la casa a una mujer musulmana: Y en Toronto, Canadá, otra mujer fue sometida a golpes. <br /> <br />La pregunta para un no ingenuo. <br /> <br />¿Esto es lo que querían los que matan en nombre del Islam? <br /> <br />¿Defenderlo asesinado? Es obvio que no, porque esa idea es para aterrorizar. Es claro ver entonces que los terroristas no son musulmanes. <br /> <br />¿Lo saben esto las autoridades de Francia, Europa, EE.UU.? Claro que sí. <br /> <br />El presidente estadounidense Barack Obama lo ha aceptado. Entonces, ¿Por qué no detienen la islamofobia?
