El trabajo por turnos, el jet-lag o dormir pocas horas no son los únicos factores que afectan nuestro ritmo circadiano. Los hábitos de alimentación también pueden influir sobre el ritmo biológico y provocar enfermedades como obesidad.<br /><br />Así se ha explicado en una sesión científica organizada por la Real Academia Nacional de Medicina en la que se ha analizado el papel de la cronobiología -la evaluación de los ritmos circadianos- sobre la salud. Esta sesión ha contado también con la participación de la Academia Española de Nutrición y con la colaboración de Coca-Cola.
